Revista Espectros / Año 6 – Número 7 / Ensayo

A favor del individualismo, el cuerpo y la sociedad anónima

Por Carlos Murillo González

Resumen:

De cómo el patriarcado y el capitalismo se han adueñado de un discurso que promueve un individualismo egoísta, un culto enajenante al cuerpo y, a la vez, un desprecio por la vida. Se trata de observar cómo la tergiversación de un concepto o un rasgo particular, sea pronunciado o no, en este caso la ideología del individualismo como héroe o líder, es el polo opuesto del individuo consciente (la consciencia para sí, de la teoría marxista) que requiere una sociedad igualitaria y equitativa, no una sociedad competitiva y jerárquica como la actual. Sin cuerpo no hay individuo, sin embargo, hasta hace menos de medio siglo (Foucault, Federici) se ha podido comprender las nuevas formas de dominación, poder y control social que las élites ejercen sobre el cuerpo humano, en lo cruel y en lo sublime, de las guerras a los concursos de belleza. Finalmente entra a escena la omnipresente sociedad anónima, lo que somos, de dónde surgimos y de dónde somos; la sociedad anónima es un concepto sociológico ligado a la sociedad de masas, la prole, la chusma y la enajenación social, pero también se encuentra en ella la idea de pueblo, multitud, consciencia e identidad colectiva. Un individuo(a) consciente de su instinto natural (social) libre de cuerpo y mente siempre es temido por las élites del poder económico y político, ahora en competencia por el absolutismo de las voluntades.

Palabras clave: individualismo, cuerpo, fractales